209. A propósito del aumento de bonificaciones a los miembros del Congreso de Perú con el plausible objetivo de que se incentive su mayor cercanía con la población de todo el país, no debemos olvidar que el poder legislativo es el único que adolece de presencia en lugares distintos a Lima.
Lo que sí debería exigirse es un rendimiento de cuentas por lo bonificado, pues se trata de fortalecer la representatividad parlamentaria a nivel nacional.
De lo contrario se estará cayendo en el juego chavista de desprestigiar al congreso, mientras prosperan afanes de corte reeleccionista que ya han empezado a surgir solapadamente.
No hay que olvidar que hay entidades como el Consejo Nacional de la Magistratura o la Procuraduría en las que se percibe un ingreso mensual mucho mayor que en el Congreso, sin que medie real justificación.
Tampoco hay que soslayar que presidente y ministros disponen de millonarios gastos operativos que hacen empalidecer cualquier bonificación o aumento congresal.
Finalmente, la exigencia prioritaria tiene que ser la de una genuina reforma del estado peruano en su totalidad.
Sólo así podrá Perú liderar el logro de un mejor estilo de progreso para bien de toda su gente y buen ejemplo de América y el Mundo.